El Yoga y el Estiramiento de Músculos y Nervios. Parte 1.
- Silvana T. D'Agostino
- 19 oct 2017
- 3 Min. de lectura
Conocido es el valor del estiramiento de nuestros músculos durante la práctica de Yoga.
Vamos ahora a hablar acerca de estirar y movilizar nuestros nervios, que son las líneas de comunicación entre nuestros músculos y nuestro cerebro.
La movilidad nerviosa restringida puede provocar dolor e interferir con la práctica del Yoga, como por ejemplo en los casos de síndrome del túnel carpiano, síndrome cubital, síndromes relacionados con la zona torácica y lumbar …
Podemos con la práctica mantener nuestros nervios saludables y aliviar síntomas nerviosos menores, mediante estiramientos nerviosos.
Las mismas actividades diarias, que pueden acortar y tensar los músculos (como ser permanecer sentados con los hombros redondeados hacia adelante y el pecho hundido, por largos períodos), también pueden inhibir la movilidad de nuestros nervios periféricos, aquellos que corren por los brazos y las piernas atravesando y recorriendo entre los músculos, desde la columna hasta las extremidades.
Si nos sentamos frente a una computadora todo el día, nuestros músculos, tendones, ligamentos y nervios de ambos brazos y piernas estarán en una posición acortada.
Los codos están flexionados, acortando los músculos bíceps y los nervios de los brazos.
Las rodillas también flexionadas, acortan a los músculos isquiotibiales y algunos de los nervios que recorren nuestras piernas, como por ejemplo el nervio ciático.
El sistema muscular y el nervioso 'recuerdan' esta longitud fija, a través de “adherencias” en la fascia (una forma de tejido conectivo), que se desarrollan alrededor de los músculos y los nervios, a menudo como resultado de su inmovilidad, evitado que los nervios se deslicen.
Las adherencias también pueden ser el resultado de lesiones o de movimientos repetitivos: las pulsaciones de teclas o el uso de un mouse pueden causar adherencias, especialmente si los antebrazos, las muñecas y los dedos no están alineados de manera correcta.
Además del trabajo sentado y de la computadora, la mala postura, la desalineación crónica, el embarazo y las lesiones (como el latigazo cervical) pueden conducir a una movilidad nerviosa limitada.
Cualquier persona que repita el mismo movimiento físico muchas veces, es vulnerable a problemas nerviosos .
Cualquier movimiento que requiera un rango de movimiento extremo durante un período de tiempo sostenido o en el transcurso de numerosas repeticiones, puede causar o exacerbar los problemas nerviosos.
Esto incluye posturas de yoga, vamos entonces a comentar esto tomando como ejemplo, aquellas en las que las manos sostienen el peso del cuerpo.
Para aquellos con las muñecas ya vulnerables por el trabajo del teclado y/o los desajustes, la extensión completa de la muñeca requerida en estas poses puede irritar el nervio que cruza la muñeca.
Y una vez que un nervio se adhiere, cada vez que el cuerpo se mueve el nervio “tira” mientras trata de moverse por su vía normal, conduciendo a irritación y con el tiempo, a sensaciones como de “alfileres” o dolor.
Los problemas nerviosos pueden manifestarse por debilidad, fatiga, entumecimiento, hormigueo, ardor, restricciones en el rango de movimiento, cambios en la velocidad del reflejo, hinchazón e incluso sensación de pesadez o frialdad.
Los nervios más comúnmente involucrados en estos síntomas son el nervio mediano, el nervio cubital, el nervio radial, todos ubicados en los brazos, y el nervio ciático que va desde la columna lumbar por las piernas, hasta los pies.
La continua irritación de estos nervios puede dar lugar a varios diagnósticos comunes: síndrome del túnel carpiano (compresión del nervio mediano, al atravesar la muñeca), síndrome cubital (compresión del nervio cubital, al atravesar el codo), síndrome de salida torácica (compresión o acortamiento de los nervios en la parte superior del pecho), así como la ciática (compresión del nervio ciático, comúnmente sentido en las nalgas).
Comments