
Estudio de Yoga
ESPACIO DEDICADO AL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA Y LA SENSIBILIDAD,
PARA PODER EXPERIMENTAR LA PLENITUD Y LA LIBERTAD DEL AQUI Y AHORA.
AQUI, PRESENTES EN NUESTROS CUERPOS. AHORA, CONCIENTES DE NUESTRA RESPIRACION.
SIEMPRE CONCIENTES.
SIEMPRE VITALES.
Yoga Clásico
El Yoga con su práctica propone el desarrollo de la conciencia a través del conocimiento e integración de nuestros estratos más profundos.
Siendo que el verdadero conocimiento no reside en el dominio de posturas difíciles o técnicas complicadas, sino que se encuentra en el desarrollo de una visión y un saber profundos de cómo funcionamos a nivel de nuestra estructura física, los procesos fisiológicos, el contenido de nuestra mente, nuestras actitudes hacia nuestro entorno y nuestro deseo de una conexión con algo mayor que nosotros mismos.
La propuesta entonces es buscar experimentar el Yoga a través del ser multidimensional que somos, experimentarnos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos rodea a través de nuestro cuerpo físico, nuestro sentido de vitalidad, nuestra mente, nuestra personalidad y nuestro sentido de bienestar, satisfacción y alegría, sintiendo cómo todas estas dimensiones se relacionan.
La práctica del Yoga Clásico cubre tres áreas de nuestro desarrollo:
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La esfera ética y moral, relacionada con nuestra actitud hacia el entorno y hacia nosotros mismos.
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El desarrollo físico, a través de lograr la permanencia en un cuerpo firme y una mente serena con la energía abarcando la totalidad de nuestro cuerpo.
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El desarrollo de nuestras capacidades mentales, a través del dominio de los órganos de nuestros sentidos para poder concentrar la mente y alcanzar un estado superior de conciencia.
La concepción clásica del Hatha Yoga no se ocupa del cuerpo por el cuerpo en sí mismo, en realidad se refiere más a la energía vital que al cuerpo como una estructura fisiológica, es un medio para acceder a los niveles más profundos de la mente, concebido como un sistema de varias capas donde lo físico es sólo la capa exterior inseparable de los niveles internos de energía, mente y conciencia. Su disciplina tiene el propósito de preparar el medio físico para el crecimiento espiritual.
Es así entonces como, evolucionar en Yoga significa profundizar la práctica interna y no quedarnos en la forma externa de las posturas y su eventual complejización.
Habrá que cambiar el foco de la atención, de lo externo a la exploración interna, estableciendo un diálogo entre el cuerpo y la mente que nos dará la oportunidad de explorar nuestra realidad fisiológica.
El Raja Yoga por su parte, procura el desarrollo de las funciones mentales superiores de la persona.
La práctica integral, cuyo poder de transformación dependerá de nuestra fortaleza interna y tenacidad, es lo que nos permitirá vivir la experiencia y convertirnos uno con nuestro cuerpo y nuestra mente.
Somos un laboratorio en el que trabajamos para ampliar nuestra conciencia y desarrollar un tipo especial de percepción y conocimiento, donde la propia observación es el comienzo del verdadero auto descubrimiento.
¿Para qué hacemos posturas?
Para poder sentarnos y hacer prácticas respiratorias.
¿Para qué hacemos prácticas respiratorias?
Para poder meditar.
¿Para qué meditamos?
Para profundizar en la auto observación y así, se nos revelen aquellos aspectos nuestros que estaban ocultos.
En definitiva, para poder ver la diferencia entre nuestra alma y nuestra mente.
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Aquí, presentes en nuestros cuerpos.
Ahora, concientes de nuestra respiración.
Yoga.