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Objetivo de las Posturas de Yoga

  • Foto del escritor: Silvana T. D'Agostino
    Silvana T. D'Agostino
  • 3 ene 2018
  • 2 Min. de lectura

Es el de nutrir nuestro cuerpo físico, para proporcionar un recipiente adecuado a nuestra energía y apoyar nuestro desarrollo mental.

Para el Yoga, la salud y el estado físico tienen que ver con:

1. El logro de una estructura estable que nos permita permanecer en posición vertical y equilibrada dentro de atracción gravitatoria. 2. Estar libre de sufrimiento, que se puede definir tanto como alcanzar la facilidad en los movimientos que nos permitan hacer lo que queremos hacer, como la ausencia de dolor físico que puede ser una distracción para nuestras actividades energéticas y mentales . 3. Una sensación de ligereza en el cuerpo, que se podría describir como la agilidad. Que nos permitirá desenvolvernos con fluidez, gracia y confianza. 4. La capacidad para resistir el cambio. Cada día trae un nuevo reto y tenemos que asegurarnos de que no perdemos el enraizamiento a través de nuestros pies. Podemos llamar a esta capacidad de recuperación.

En resumen, nuestra práctica de yoga debe hacernos estructuralmente estables, permitirnos movernos con gracia y facilidad, librarnos del sufrimiento físico y permitirnos soportar las circunstancias cambiantes.

- Observemos ahora:

En general los practicantes que optan por clases de yoga fuertes, rápidas y desafiantes, son por lo general personalidades exigentes de sí mismas

Y los estudiantes que tienen problemas con la auto-disciplina y auto-motivación, tienden a gravitar hacia un ritmo más lento y prácticas restaurativas.

Esto significa que nos atraen naturalmente las actividades y prácticas que responden a nuestras cualidades internas ya establecidas.

Pero no es así como debemos enfocar nuestra práctica de yoga.

De acuerdo con el Yoga una de las características fundamentales de la práctica debe ser el “esfuerzo apropiado”.

Y esfuerzo apropiado es el que equilibra nuestras cualidades internas, no el que las potencia.

Así que si llevamos una vida muy activa y exigente, nuestra práctica de Yoga debe ser más suave para nuestro sistema, y si en cambio llevamos una vida suave, de baja actividad, nuestra práctica de Yoga debe animar un poco más nuestra disciplina, la fuerza y ​​el esfuerzo.

Por eso es importante reconocer nuestros impulsos internos y luego encontrar o crear una práctica de Yoga que equilibre los rasgos de nuestra personalidad y el resto de nuestras vidas.

Recordando:

Todo lo que hacemos con nuestro cuerpo físico no tiene valor en sí mismo, a menos que lo apliquemos a vivir una vida más equilibrada y conciente.

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