El Diafragma y La Respiración Diafragmática

El entrenamiento de la respiración nos permite percibir sus cualidades y hacer conciente la calidad de nuestra respiración.

A mayor calidad de respiración, mayor calidad de vida.

La conciencia de nuestra respiración es una herramienta de la que disponemos para favorecer nuestra salud y para profundizar en nuestra práctica, ya que su entrenamiento resulta una preparación indispensable para la práctica de asana, pranayama y meditación.

La respiración diafragmática, calma el sistema nervioso, ayuda a prevenir trastornos psicosomáticos, incluyendo episodios de pánico, y nos ayuda a centrar la atención.

Se trata entonces de aprender a reconocer las sensaciones que acompañan a la respiración diafragmática, para de a poco incorporarla de manera natural a nuestras vidas.

El diafragma es un músculo con forma de cúpula, que se encuentra ubicado en posición horizontal en el interior de nuestro torso dividiéndolo en dos cavidades:

• La torácica, que contiene a los pulmones y el corazón y

• La cavidad abdominal / pélvica, que contiene los órganos de la digestión, la asimilación, la eliminación y la reproducción.

Cuando las fibras musculares del diafragma se contraen, tiran de su parte superior hacia abajo (en dirección a la pelvis), arrastrando con ella a los pulmones y dando por resultado la inhalación. Aquí hay dos situaciones a distinguir:

- Los pulmones se expanden a medida que se llenan de aíre (lo cual sucede por diferencia de presiones entre el interior de los pulmones y el exterior) y

- Que los órganos abdominales son desplazados hacia abajo, en dirección a la pelvis (lo que produce la expansión natural del abdomen).

La exhalación en cambio, se debe a un mecanismo diferente.

Al relajarse las fibras musculares del diafragma, la elasticidad natural de los pulmones y la caja torácica hacen que los pulmones se contraigan y así el aire sale de ellos

Recordando lo ya mencionado en un artículo anterior, la inhalación es un gesto activo donde hay actividad muscular, mientras que la exhalación es un gesto pasivo con mínima contracción muscular, de allí su relación con la relajación.

La sensación de la respiración diafragmática varía dependiendo de la postura del cuerpo, pero sus principios independientemente de la postura, se mantienen constantes.

Esto es, cuando el diafragma se contrae los pulmones se expanden y entra el aire, y cuando los pulmones se vacían al retraerse, el diafragma relajado los acompaña al igual que el tórax.

Para experimentar la respiración diafragmática:

• Nos podemos acostar boca arriba sobre una superficie plana, si es necesario con una pequeña almohadita debajo de la cabeza y un almohadón debajo de las rodillas (los pies quedan apoyados sobre el suelo). De manera que toda la espalda quede apoyada sobre el suelo, eliminando cualquier tensión que pudiera haber en la zona lumbar.

• Comenzamos por llevar la conciencia a nuestra respiración observando el flujo continuo de nuestras exhalaciones e inhalaciones, en la zona abdominal.

• La caja torácica relajada, debería permanecer sin movimiento para asegurarnos así de poder hacer nuestra observación, que es sentir el movimiento de nuestro diafragma.

• Permanecemos unos minutos en esta observación, guardando las sensaciones.

• Podemos hacer una modificación a la postura anterior, llevando los brazos por arriba de la línea de los hombros (a los lados de la cabeza, si no es posible que queden a los lados de las orejas, los podemos abrir, alejándolos de la cabeza) y en esa posición continuar con la observación y ver si tal vez ahora la sensación se rofundiza, si podemos conectar un poco más fácil con el movimiento de nuestro difragma.

• Permanecemos unos minutos en esta observación, guardando las sensaciones.

• Por último, volvemos con los brazos a los lados del cuerpo para observar otra vez la respiración diafragmática, durante varios minutos, permitiendo que el cuerpo se relaje, se afloje sobre el suelo.

#Respiración