Fascia, ampliando su concepto.

Como ya hemos mencionado al respecto en el artículo anterior, el sistema fascial es una red fisiológica que todo lo penetra y que resulta tan importante como lo son los otros sistemas de nuestro organismo.

Así como el término Yoga hace referencia a unión, integración, también en el mundo de la fascia podemos hablar de ese concepto. Pues los músculos estan ligados a huesos, que a su vez lo están a ligamentos, que a su vez lo estan a otro hueso, y luego a un tendón y a otro músculo, etc.

Entonces, está bien conocer la acción de los músculos, las características de ligamentos, etc., siempre y cuando nos acordemos de que todos ellos son parte de un tejido interconectado dentro del cuerpo y que constantemente se afectan unos a los otros.

La fascia tiene un papel importante en la comunicación de información mecánica, la tensión se transmite de un lugar en el cuerpo a otro por su intermedio.

Si consideramos al cuerpo humano como una constante interacción de las fuerzas internas y externas, las cuales deben estar equilibradas y bien distribuidas, el resultado será que hay patrones predecibles de tensión en todo el cuerpo.

Que serán necesarios para poder mantener nuestra postura vertical y que además, nos permitirán una amplia gama de movimientos.

"Thomas Myers", ha adoptado el término meridianos miofasciales para describir una línea de tensión que corre a través de una lámina de la fascia y que conecta y envuelve a varios músculos.

Imaginemos a un músculo recubierto por este tejido al cual se lo estira por sus extremos (direcciones opuestas) y veremos como se crea una tensión que se transmite a lo largo de toda la longitud.

Si observamos nuestro cuerpo nos resulta evidente que tanto la cara anterior, como la posterior necesitan estar equilibradas para mantener la posición vertical.

Si la cara posterior se vuelve demasiado apretada y se acorta, el resultado final será con una postura excesivamente erguida, con los músculos de la espalda y la cara posterior de los muslos acortados ycomo contrapartida, la cara anterior con músculos estirados y tensos.

O la situación inversa en una postura "colapsada," cuando la columna dorsal está excesivamente redondeada y aplanada la curva lumbar.

Aquí entonces es donde tenemos que mirar el cuerpo en su conjunto e identificar los patrones de tensión que lo recorren, algunos de los cuales son predecibles debido a la organización del cuerpo; otros serán únicos debido a los propios patrones de movimiento, sin considerar las demás circunstancias como pueden ser por ejemplo las lesiones, etc.

Sabiendo que nuestro cuerpo se va moldeando de acuerdo a los movimientos que realizamos, si hacemos nuestra práctica de yoga sin la debida actitud esto es con plena atención, reforzaremos los patrones que ya tenemos.

Esta una de las razones por las cuales repetir las poses antes de sostenerlas, nos da la oportunidad de examinar nuestros patrones de movimiento y de ser necesario, corregirlos.

Nuestros cuerpos cambian para reflejar las actividades y movimientos que hacemos con más frecuencia, lo que con el tiempo puede conducir a un desequilibrio y dolor.

Si hacemos posturas de yoga sin el conocimiento de nuestros propios patrones de movimiento, reforzamos esos patrones, continuando el ciclo vicioso.

En cambio si practicamos alertas, con conciencia, tendremos la oportunidad de superar los patrones de movimiento habituales.

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