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El estiramiento axial

  • Foto del escritor: Silvana T. D'Agostino
    Silvana T. D'Agostino
  • 9 nov 2016
  • 2 Min. de lectura

En el artículo “Alargar Vs. Aplanar”, hicimos referencia al estiramiento axial, vamos aquí a ampliar este concepto.

Es un hecho el efecto que las fuerzas de gravedad, las mecánicas del movimiento y las de estar sentados producen sobre nosotros, sumado a esto el paso del tiempo, que también como las anteriores provoca la compresión y la deshidratación de nuestros discos intervertebrales.

A medida que envejecemos la composición de nuestros discos cambia, se vuelven más fibrosos y progresivamente más deshidratados.

A menor hidratación, el núcleo pulposo (ubicado en el interior del disco) se vuelve más fibroso y no es capaz de cumplir con su función, que es la de distribuir uniformemente las fuerzas de compresión entre los cuerpos vertebrales.

Las fuerzas entonces, se transfieren de manera no uniforme sobre las fibras del anillo que rodean el núcleo, produciendo un deterioro estructural progresivo (protrusión, hernia de disco) y el consiguiente dolor.

Resulta obvio que queremos mantener nuestros discos intervertebrales hidratados y nuestras vértebras alineadas para minimizar el estrés que se produce sobre los discos.

Qué podemos hacer para contrarrestar estos efectos?

- Ante todo movernos, una práctica de yoga bien balanceada nos llevará a través de todo el rango de movimiento de la columna.

- Otro aspecto es el de la excesiva carga a la que son sometidos los discos, lo cual puede provocar lesiones en los tejidos, que son de muy lenta recuperación y esto sucede cuando sostenemos posturas donde las curvas naturales de la columna son alteradas, por ejemplo cuando estamos sentados mucho tiempo. La alineación en la posición sentada es diferente a la de estar de pie, aquí los músculos de la espalda comienzan a tratar de mantener la alineación perdida de las vértebras, haciendo que las fuerzas de compresión sobre los discos lumbares aumente.

- La posición del cuerpo respecto de la gravedad también es importante, resulta menos exigente la posición horizontal que la vertical. Esto es respecto de la fuerza necesaria por parte de los músculos de la espalda para mantener la verticalidad.

Lo ideal es entonces cambiar cada tanto la posición del cuerpo respecto de la gravedad.

La práctica de Yoga es una manera de cambiar radicalmente la posición del cuerpo en relación con el suelo.

- Además, habrá que construir fuerza y elasticidad en la musculatura profunda y superficial alrededor de la columna vertebral, para proporcionarle el suficiente apoyo sin crear estrés y tensión.

Y es aquí donde entran en juego las posturas de estiramiento axial.

- El aspecto más importante de todas ellas es el de llevar la columna vertebral a la alineación vertical máxima, manteniendo la integración de todas las curvas sin tensión.

Este tipo de acción aumenta la fuerza y la elasticidad en los músculos posturales y ayuda a fortalecer el núcleo y promover la integración estructural global.

- La segunda intención es estirar los brazos y las piernas lejos del torso, lo que facilita el alargamiento de la columna vertebral y la creación de espacio en las articulaciones de los hombros y de las caderas.

Este tipo de acción ayuda a estirar y fortalecer los músculos que unen los brazos y las piernas a la columna vertebral y mejorar la circulación periférica.


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