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Osteoporosis y Adultos Mayores.

  • Foto del escritor: Silvana T. D'Agostino
    Silvana T. D'Agostino
  • 14 oct 2017
  • 4 Min. de lectura

Con una práctica regular el yoga ayuda a mejorar la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio, la coordinación, la resistencia, a ganar masa muscular, a mejorar la agilidad y aumentar el nivel de energía, todo importante para los adultos mayores con osteoporosis.

Es esta una enfermedad en la cual los huesos se vuelven menos densos, predisponiéndolos a las fracturas.

Y a menudo se refiriere a ella como una enfermedad silenciosa, debido a que la pérdida de densidad ósea no es fácilmente perceptible, una persona puede no saber que la tiene hasta que se fractura un hueso o se encuentra con que el redondeo de su espalda superior, es el resultado de fracturas vertebrales asintomáticas.

Cuando la masa ósea es baja, pero no es osteoporosis, la afección se denomina osteopenia,

que precede pero no necesariamente siempre conduce a la osteoporosis.

Mientras menor sea la densidad ósea, mayor será el riesgo de fracturas (más comúnmente en la columna vertebral, las caderas, y muñecas).

Las mujeres son más propensas a desarrollar osteoporosis que los hombres. Al producirse la disminución de estrógeno en el período de la menopausia, se produce una pérdida más rápida y significativa de la masa ósea que en el caso de los hombres, donde la disminución de la testosterona (causante también de la perdida de densidad ósea), es muy posterior a la edad en que sucede en la mujer la pérdida de estrógenos.

Además, ciertos medicamentos (en particular esteroides), condiciones médicas (artritis reumatoide y trastornos de la alimentación) pueden contribuir a la osteoporosis.

Otros factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, el tabaquismo, contextura corporal pequeña y delgada, el sedentarismo, la insuficiencia de calcio, de vitamina D, o proteína, y el consumo excesivo de alcohol o de sodio.

Las recomendaciones médicas comunes para la osteoporosis y la osteopenia, son suplementos de calcio y vitamina D, evitar el alcohol y el tabaco y beber mucha agua para evitar caídas causadas por la deshidratación.

Cuando se trata de la osteoporosis, no toda la actividad física es igual.

Mientras que aquellos con osteopenia a menudo pueden participar con seguridad en la mayoría de las actividades con la aprobación de su médico, las personas con osteoporosis deberían evitar ciertos ejercicios.

Como ya mencionamos, la osteoporosis debilita los huesos y las articulaciones, por lo que saltar, correr, caminar sobre superficies irregulares y en general actividades donde se soporta el peso del propio cuerpo de manera dinámica, no es aconsejable.

Como así tampoco aquellas actividades que puedan implicar cambios bruscos de dirección que podrían dar lugar a caídas o fractura de los huesos.

En algunas actividades hay movimientos de la columna vertebral que pueden causar pequeñas fracturas a lo largo del tiempo, debilitando más la columna vertebral o directamente provocando una fractura grande. Y si bien estas fracturas pueden sanar, la debilidad estructural y los desajustes posturales que causan, por lo general permanecen y pueden incluso empeorar con la edad.

Resulta entonces que las actividades que soportan peso moderado, tienen el mayor beneficio para las personas con osteoporosis.

Los ejercicios que trabajan contra la gravedad son los más eficaces para estimular la formación del hueso.(aminar, trotar despacio, subir escaleras, el baile de bajo impacto).

Y si bien todas estas actividades significan un estrés positivo para los huesos ayudando a mantener o aumentar su densidad, también habrá que tener en cuenta que en ellas, la carga de peso mayoritariamente esta sobre las piernas.

Aparece acá el Yoga como una opción. A través de posturas donde el soporte del peso del cuerpo es sobre las cuatro extremidades, ayuda a construir la densidad ósea tanto en las piernas como en los brazos.

Las personas con osteopenia, en general pueden practicar una amplia gama de posturas que requieren un movimiento de la columna más amplio, que las personas con osteoporosis.

Pero será el grado de pérdida de densidad ósea, lo que determinará los tipos y los rangos de movimientos que son adecuados, esto significa seguros, para cada persona.

Entonces las personas con osteoporosis u osteopenia, deberían buscar una evaluación médica y obtener consejo del profesional médico en cuanto a si es apropiado o no para ella, la práctica de Yoga y en ese caso, los movimientos específicos que debe evitar.

En los casos en que la osteoporosis ha llevado a la cifosis torácica (arqueamiento de la espalda superior) o fracturas, el Yoga debe ser abordado con especial precaución.

A mayor cifosis torácica, habrá mayor riesgo en las flexiones y torsiones, pues aquí la columna está en una forma de C y deja a las vértebras torácicas en situación vulnerable debido a su baja densidad ósea.

En cuanto a aquellos que ya han experimentado al menos una fractura vertebral, tienen un mayor riesgo de sufrir una fractura adicional.

Ciertas posturas podrían ser desaconsejables, en casos de osteoporosis avanzada. Quedando la opción más segura para los huesos como es el ejercicio de la bicicleta.

La práctica de Yoga resulta una opción, si e trata entonces de soportar una carga de peso suave para ayudar a prevenir o impedir el avance de la osteoporosis

Con la salvedad de que la práctica deberá ser modificada en diversos grados, dependiendo de la magnitud de la pérdida de masa ósea..

Cuanto más grave es la pérdida, menos extremos deberán ser los movimientos de la columna vertebral

En general, las poses que resultan más beneficiosas para los practicantes con osteoporosis son las que:

fortalecen los músculos que soportan la columna vertebral en posición neutral y

mejoran la situación postural,

fomentan la carga de peso en todas las extremidades, y

promueven el equilibrio

Siendo que la práctica más segura será aquella que evite rangos extremos de movimiento en la columna vertebral, especialmente la flexión extrema del tronco.

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