1- "No Violencia" y Posturas de Yoga.
- Silvana T. D'Agostino
- 10 feb 2017
- 2 Min. de lectura
- No violencia, el primero de los principios universales.
Hace referencia a no causar daño en ningún orden de la vida.
- No dañar físicamente a otros, a nosotros mismos, o a la naturaleza.
- No tener pensamientos negativos, sobre otros o sobre nosotros mismos.
- Asegurarnos de que todo lo que hacemos y cómo lo hacemos sea en armonía.
Hace referencia a la compasión por uno mismo y por los demás.
Debemos ser conscientes de cómo nos tratamos a nosotros mismos, a los otros y al entorno.
Debemos relacionarnos con todo y en todos los sentidos con extremo cuidado.
Sabiendo que nos dañamos a nosotros mismos cuando tratamos sin respeto a los demás seres vivos y al medio ambiente.
La transformación real sólo ocurrirá cuando comenzamos a practicar Yoga en todos los aspectos de nuestro ser y nuestra vida.
- No violencia en Postura
Puede suceder que algunos de nosotros nos sintamos frustrados cuando nuestra práctica de yoga físico no avanza tan rápido como quisiéramos y comenzamos en consecuencia a incumplir con este precepto.
Nos violentamos a nosotros mismos al no aceptarnos por completo como somos, pensando negativamente sobre nuestro cuerpo, criticándonos.
La no-violencia significa, no empujamos a nosotros mismo más allá de nuestras posibilidades.
Sí, vamos a esforzarnos con el fin de crecer, tratando de sortear los obstáculos que se nos vayan presentando, pero nunca nos vamos a empujar más allá de nuestros límites. (Quizás para complacer a nuestro ego?)
Escuchar a nuestro cuerpo y obrar en consecuencia, es la manera en que realmente podemos aprender acerca de nosotros mismos.
Cuando nos desprendemos de las expectativas de lo que supuestamente "deberíamos" ser capaces de hacer y dejamos de juzgarnos y criticarnos, nuestro cuerpo responde trabajando con nosotros y no en nuestra contra.
Esta es la manera para que nuestro cuerpo sea realmente un instrumento, un camino hacia la libertad.
Los beneficios de las posturas, suceden como consecuencia de sostenerlas por un período de tiempo. Tiempo que nos permitirá llevar la mente y la respiración en sincronización con nuestro cuerpo.
Estar completamente presentes en la postura, requiere ser conscientes de todo el cuerpo.
Lo que ocurre con el tiempo y la práctica, es que nos volvemos cada vez más sensibles. Entonces al mantener una postura y profundizar nuestra conciencia, podrá suceder que tengamos que asumir una posición menos extrema, para no ir más allá del punto de desafío.
Si así no lo hacemos y sobrepasamos nuestros límites y nos provocamos dolor, la respiración se nos volverá irregular, la mente se alejará y el cuerpo se tensará, defendiéndose así automáticamente de esta violencia que ejercemos sobre él.
Sumándole a esto que el miedo al dolor inhibe la liberación de la tensión.
Nuestra práctica es un buen lugar para el ejercicio del buen trato en la acción.
Dice el Yoga:
"En la presencia de quien está firmemente establecido en la no violencia, todas las hostilidades cesan”.
Si nos tratamos con amabilidad y consideración, estaremos observando el precepto de No Violencia.
Comments